Que características nos interesan en la clueca :
Al no haber circunstancias especiales , no debe permitirse que incube ninguna gallina que no cuente dos años cumplidos por lo menos. Si hubiera alguna que le llevasen sus inclinaciones a hacerlo prematuramente no se debe contar con ella.
La gallina incubadora debe ser dócil, de carácter apacible, robustamente desarrollada, de buena plumazón y saludable. Siendo la incubación una prueba demasiado ruda, es necesario que la gallina pueda soportar la fatiga.
Además debe ofrecer las condiciones de dejar sin violencia que se acerque, cuando esté en el nido, la persona encargada de cuidarla, y que se le coja cuantas veces sea conveniente.
Deben desecharse las que sean inquietas y ariscas, y las que tengan los tarsos y pies con espolones largos y agudos, porque no se encariñan con el nido, y se corre, entre otros accidentes, el que rompen los huevos o los abandonen. Hay también algunos que se los comen.
Cuando una gallina siente la necesidad de incubar, o ponerse llueca o clueca, el primer fenómeno que se nota es el cambio de voz; colea de cuando en cuando, está más inquieta, se aparta menos del ponedero, se hace más sociable y le gusta que la acaricien.
También se manifiesta en ella una especie de calor, que se declara en los músculos pectorales, en vez de acercarse hacia los órganos genitales, como sucede en las hembras de los vivíparos. Las plumas se le caen y el sitio queda desnudo.
La necesidad natural incita a la gallina a incubar, como si tratara de librarse del exceso de calor acumulado en sus músculos pectorales, transmitiendo a los huevos, y más tarde a los pollos.
Abre y extiende las alas, busca en la tierra los granos y semillas sin comerlos, y tiende a estar siempre sobre el nido, hasta tal punto, que llega a incubar toda clase de huevos que encuentra en el nido, aun los de yeso, o falsos de madera.
Antes de decidirse a que incube ya ponerle los huevos que ha de empollar, es conveniente dejarla veinticuatro horas sobre el nido, a fin de persuadirse que al posarse sobre los huevos no responde a un capricho pasajero, sino a una necesidad invencible.
Normalmente las gallinas por la abundancia de alimento y las diversas condiciones de domesticidad, ponen siempre más huevos que los que pueden incubar, y si el gallinero no está expuesto bien, no incuban hasta muy tarde.
Los pollos que producen estas incubadoras tardías no llegan jamás a proporcionar tan buenas aves como los de las primeras, cuyo mérito consiste en adquirir buena y sabrosa carne. Los que nacen primero son siempre los mejores, los más tiernos y apetitosos de comer; y es la razón porque se utiliza con este objeto gallinas Conchinchina y Brahma-Pootra, en razas pesadas cuya precocidad facilita mucho la incubación en condiciones iguales.
La gallina Castellana negra no es buena incubadora, aunque hay excepciones, ya que todo ello responde a la producción de huevos que es su hecho, y tanto los criadores, como las granjas no quieren o no se pueden permitir tener pistas o lluecas, eliminándolas drásticamente , pero esto puede cambiar en nuestros pequeños gallineros de cría, pues con el tiempo ellos mismos retomaran lo que la naturaleza les llama.
Según me dice, mi amigo Mariano, ha sido muy buena madre, estamos hablando de Julio del 2014 cuando se le quedo Clueca la Castellana, y ahora esta en el gallinero poniendo huevos.
Es muy conveniente poner a incubar muchas gallinas en el mismo día, si queremos hacerlo así, por si ocurriera algún incidente a cualquiera incubadora, remediarlo confiando los huevos a otra u otras. Y aun así, sin que ocurra ningún incidente a las incubadoras, puede haber ventajas en confiar a una sola pista los polluelos de dos, siendo de la misma edad, poniéndoselos por la noche para que no los rechace.
Este caso no es raro, pues sucede que hay gallinas que, siendo excelentes incubadoras, distan mucho de ser buenas madres y celosas de sus polluelos.
Preciosas imágenes de estas magnificas madres:
En pantalla completa son impresionantes, que las disfrutéis.
Definiremos a las kikas:
Recibe estos nombres cualquier gallina que sea enana, mestiza o sin buena raza definida, con facilidad para ponerse pista, incubadora y madre, debido a su carácter primitivo.
Se usan para incubar huevos de la propia gallina o de otras gallinas, incluso incuban perfectamente huevos de otras especies avícolas como patos, gansos, pavos, faisanes, perdices, et. Y también para criar los pollitos una vez nacidos.
Son excelentes incluso adoptando pollitos que no han sacado ellas, a los que normalmente aceptan de inmediato y sin reparos, aunque vean que se los traen de fuera.
Se quedan pistas con mucha frecuencia, son capaces de sacar varias nidadas cada año, si bien se puede aumentar o forzar el que se quede pista con distintas técnicas como dejarle una cantidad de huevos en el nido, que no compartan gallinero o nidales con otras gallinas para que no le molesten (es decir, que tenga tranquilidad absoluta), etc.
Según la región o la zona se le da un nombre distinto. Estos son algunos de los nombres que se usan para nombrar este tipo de gallina:
- Gallinas enanas o nodrizas.
- Kikas (Baleares, Burgos, Palencia, León, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Portugal),
- kikis, kikes, kirikis, kikeres, kikaras, kikeras (Canarias).
- Periquetas, periquinas.
- Pililis, pililas (Jaén).
- Pipinas (Cataluña, Barcelona).
- Mininas, Americanas (Toledo, Albacete, Alicante, Murcia, Sevilla).
- Mericanas (Castellón, Valencia).
- Inglesas, francesas (Segovia).
- Pitirrás (Granada),
- Pititas (Alicante).
- Nanas (Aragón).
- De la Pasión (Chile).
- Da India (Portugal).
- Japonesas (Hungría).
Si en vuestra zona o país tienen otro nombre, me lo indicáis en contacto y lo pondré encantado.
Si una gallina es de raza, tiene un nombre, y estándar reconocido oficialmente, aunque sea enana, ya no se la puede denominar «kika», habrá que denominar la por su nombre oficial.
Fotos de Mariano Martín y José María Pastor preciosas kikas y flor d’ametller, que las utilizan para incubar los huevos de sus Castellanas.
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