Enfermedades Esporádicas:

Histeria en aves

Histeria en aves.

Estado anómalo colectivo de las gallinas. Histeria:

Se considera histeria, como un estado anómalo colectivo de las gallinas con fenómenos miméticos, de ansiedad, excitación y descenso de la producción. La presencia de esta situación o estrés no es fácil de distinguir de una reacción de miedo.

Las gallinas domésticas tienen una percepción del miedo muy elevada. Estimula una respuesta de evitación beneficiosa, aunque esta respuesta puede terminar algunas veces con consecuencias perjudiciales, sobre todo en sistemas intensivos de alojamiento donde puede llevar a situaciones de pánico e histeria con consecuentes lesiones físicas.

Los eventos más comunes y más aterradores encontrados en las aves domésticas son los cambios repentinos producidos en su entorno social o físico, y la exposición a las personas.

Los cuidadores que manejan las gallinas, pueden minimizar ese miedo y estrés de las aves mediante las acciones de cuidados y un manejo amable de las mismas.

Se ha demostrado que ese miedo oculto, puede ser reducido con el mejoramiento ambiental y el personal al que estén habituados los animales (Jones, 1996). Por otro lado, la selección genética puede también reducir el miedo que sufren estas aves.

Las aves de corral doméstica tratan de evitar o de escapar de situaciones que provoquen miedo. La intensidad de la motivación que les lleva a evitar una situación puede ser evaluada.

En situaciones donde los animales tienen miedo, el comportamiento prioritario es huir de la amenaza percibida. Esto puede resultar en episodios de pánico o histeria a nivel del conjunto del lote.

Una situación de continua frustración puede estar asociado con un incremento de la excitación, de las agresiones y vocalizaciones y del comportamiento de picaje, e incremento en el picado del plumaje (Rodenburg and Koene, 2004).

Las manadas o lotes afectados, parecen ver alteradas sus normas de comportamiento social y su sentido de la dirección, pues vagan sin sentido, se esconden, mueven las cabezas, vuelan en cualquier dirección, chillan de forma extraña, desciende la puesta, comen poco y se inicia en ellas un proceso de muda.

Es bien conocido por todos que una gallina o polluelo estresado, va a causar una merma en la calidad del producto final (huevo/carne) siendo éste el principal indicador de malestar. Sin embargo, es posible anticiparse, y no esperar al daño en la producción para saber si la explotación está sufriendo estrés.

El conducta natural de nuestras gallinas es caminar, correr, picotear y escarbar en busca de comida, darse baños de tierra y construir nidos para la puesta. Cuando ésto se modifica de una manera no natural, como sucede en los sistemas de explotación intensivos, los cambios en la conducta, nos indica de que el animal está “disminuyendo” su capacidad de adaptación.

Las alteraciones apreciadas en las gallinas, son fundamentalmente debidas a estos factores o causas, que influyen en su estado de ánimo:

  • Factores Sociales.
  • Factores Medioambientales.
  • Importancia de la temperatura y la humedad.
  • Importancia de la luz.
  • Importancia del color ambiental.
  • Importancia de la calidad del aire.
  • La frustración.
  • Ansiedad y miedo (histeria).

Histeria en aves

Factores Sociales:

La mayoría de las tensiones sociales entre las aves ocurren por la limitación del espacio que dispone cada una. Sabiendo que las gallinas presentan una estructura social territorial y jerarquizada que afecta principalmente al orden de acceso a la comida y a la elección del lugar donde dormir, variando este carácter en mayor o menor medida en función de la raza.

Entre las 8 y las 10 semanas de edad las aves comienzan ya establecer el orden de dominancia y la jerarquía social, siendo estos dos, los principales motivos de peleas entre ellas.

Las razas españolas más dominantes y agresivas, son más susceptibles a este estrés social, como ejemplo son la Española Cara Blanca y Menorca Negra. Las razas menos susceptibles son la Castellana Negra, Prat Leonada, y en extranjeras la Leghorn Blanca, se ha comprobado menor agresividad en las razas de puesta, que en las de engorde.

Importancia de la temperatura y la humedad:

Los pollitos (al nacer) su temperatura rectal está situada entre los 37,5 º C y sube a 41,5 º C (15 días). Las aves no poseen glándulas sudoríparas para regular la temperatura corporal, a diferencia de otros animales domésticos.

Por ello sus mecanismos de termorregulación son mucho más limitados, dependiendo mucho de una temperatura y humedad coordinadas para evitarles un estrés térmico, o golpe de calor, que en casos graves acaba con la vida del animal.

Siendo las condiciones ambientales ideales con temperaturas entre 18 º y 24 º C, sin que haya unas variaciones bruscas, y con una humedad alrededor del 60 %.

Importancia de luz:

Las gallinas son estrictamente diurnas. En su hábitat natural (estado salvaje), por la noche se protegen de los depredadores en los árboles, debido a que su cuerpo grande y pesado, así como sus alas cortas, las incapacita para el vuelo largo, aunque sí son capaces de volar distancias cortas (vuelo gallináceo).

Son activos durante el día, comen, interaccionan con el grupo y se emparejan durante las horas de luz.

Un fotoperíodo creciente (aumento de las horas de luz) estimula la reproducción y la puesta de huevos.

El fotoperíodo decreciente (disminución de las horas de luz) estimula la muda en las gallinas. Además, son capaces de percibir intensidades de luz muy bajas que les aporta tranquilidad, por lo que son muy utilizadas en la cría de pollos de engorde.

Importancia del color ambiental:

Los polluelos y las gallinas y son muy sensibles a longitudes del espectro que corresponde a coloraciones entre el rojo y el amarillo. El color rojo las excita y hace aumentar el picaje entre ellas.

Colores de menor longitud de onda (como el azul) no son percibidos por el animal y se emplea en determinadas prácticas de manejo, con el fin de mejorar el crecimiento animal, estimulando la ingesta de comida, controlar la reproducción y la puesta de huevos, intentar aumentarla y modificar el comportamiento.

Factores Medioambientales:

Elementos tales como la luz, temperatura del aire, humedad relativa, presión atmosférica, ruido y olores por desprendimiento de gases (deyecciones), son algunos de los agentes estresantes más frecuentes en aves.

Importancia de la calidad del aire:

La acumulación de polvo afecta al aparato respiratorio de las aves así como a su sistema inmunológico, favoreciendo la aparición de enfermedades.

Por otro lado, el exceso de amoniaco procedente de las deyecciones no sólo irrita a las vías respiratorias y los ojos, sino que también afecta al apetito del animal, por ello siempre tienen que tener buena ventilación nuestros gallineros.

La frustración:

Genera agresividad en la gallina, manifestándose con un picaje agresivo, llegando en casos extremos al canibalismo.

Aunque el picaje no deja de ser una conducta anormal, realizando un patrón de comportamiento repetitivo e invariable que no tiene un objetivo o función obvia, es decir que el ave queda imposibilitada para desarrollar su conducta normal (rascar el suelo, comer, bañarse, et.,).

Ansiedad y miedo:

Una consecuencia muy común producida por causa del estrés es la histeria aviar. Ésta es una situación de pánico generalizado de las aves; muestran una gran excitación, volando sobre las demás aves hasta que algo las detiene.

Muchas de ellas se lesionan durante este comportamiento, se rompen patas, uñas, alas, se arrancar plumas… Al final, toda la bandada estará afectada. Las aves se posan unas sobre otras y muchas mueren sofocadas.

Las vocalizaciones de las aves, sirven para relacionar positivamente, a procedimientos atemorizantes y dolorosos, los sonidos que producen nuestras gallinas puede ser un buen indicador del estrés que sufren.

Además las vocalizaciones o patrones son diferentes según sea el tipo de estrés, y por tanto el estímulo que lo haya provocado. Por ejemplo, los patrones de vocalización fueron diferentes para el estrés producido durante el manejo de las aves que para el producido por hacinamiento (Otu-Nyarko et al., 2008).

Bibliográfica:

MERCK & CO. (1995). Manual Merck de Veterinaria . Rahway, N. J., EEUU.

BUXADÉ, P. (1987). La gallina ponedora . Ed. Mundiprensa. Madrid.

DORN, P. (1987). Manual de patología aviar . Ed. Acribia. Zaragoza.

HOFSTAD, M. S. (1984). Diseases of Poultry . Iowa State University Press, Ames, Iowa.

ZARZUELO, E. (1982). Vademécum de la patología infecciosa de las aves domésticas. Ed. Aedos, Barcelona.

CASTELLÓ, F y CASTELLÓ, J. A. (1960). El nuevo arte de criar gallinas. Ed. Aedos, Barcelona.

Lanier J. L. (2008). El estrés y el miedo en procedimientos estándares agropecuarios.

OROZCO, F. (1989). Razas de gallinas españolas. Ed. Mundiprensa. Madrid.

LACADENA, J. R. (1998). Genética . Ed. AGESA

PUERTAS, M.J. (1992). Genética, fundamentos y perspectivas. Ed. Interamericana McGraw – Hill.

Tejeda A., Téllez G., Galindo F. (1997). Técnicas de medición de estrés en aves.

SANCHEZ-MONGE, E. (1969), Genética . Ed. Espasa – calpe S.A.

OROZCO,F y ROBLA, F. (1986). Aspectos genéticos del gallo de León. XXIV Simposio de la WPSA (Sección española): 199 – 212.

Algers B., Berg C. (2001). Monitoring Animal Welfare on Commercial Broiler Farms in Sweden:

DE LA LOMA, J.L. (1973). Genética general y aplicada . Ed. UTEHA.

CASTELLÓ, J.A., LLEONART, R., CAMPO, J.L., OROZCO, F. (1989). Biología de la gallina. Real Escuela de Avicultura.

LLEONART, F. ROCA, E. CALLÍS, M. GURRI, A. PONTES, M. (1991). Higiene y patología aviares . Real escuela de avicultura.

STURKIE, P.D. (1968). Fisiología Aviar. Ed. Acribia. Zaragoza.

LOHMANN ANIMAL HEAFTH (2012)

Os pueden interesar estos otros apartados

Abu Zacaria Iahia. Escribió su magistral Kitab al Filaha

Gallus Gallus. Gallus Bankiva. Ancestros del gallo domestico.

Lucio Moderato Columela. Los doce libros  o re rustica  

Quieres compartir, o comentar en tus redes sociales

Escanéame