Un equipo de Científicos Internacionales dirigidos por Investigadores de la Academia de Ciencias de China informo recientemente la evidencia fósil más antiguo de la beta queratina de las plumas de hace más de 130 millones de años de edad, aves basales del cretácico Yeje Biota.
El ave de las fotos vivió hace 130 millones en China, país que se ha convertido en un gran yacimiento de dinosaurios y otros animales prehistóricos.
A diferencia de la mayoría de los fósiles hallados, éste conserva la impresión de sus plumas, y lo más formidable que se han conservado las proteínas que podrían dar indicio de su color y su evolución.
Precisamente lo asegura un equipo internacional liderado por investigadores de la Academia de las Ciencias de China, tras examinar los restos de este animal del Cretácico inferior, hallado en uno de los yacimientos de Biota de Jehol, en los depósitos de un antiguo lago en Hebei, al norte del país.
Según sostienen en un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se trata de las moléculas de queratina beta más antiguas que han sido encontradas en plumas de aves. La queratina de tipo beta, es una proteína de la familia de las queratinas, que constituyen los componentes principales de las capas más externas de la piel de los animales vertebrados.
De igual manera que la queratina, está presente en el cabello o las uñas de una persona, también la contienen las plumas de las aves, picos, cuernos, o pezuñas de un animal.
El pájaro cretácico que protagoniza este estudio tenía aproximadamente el tamaño de un grajo y pertenece a un género de aves ya extintas conocidas como eoconfuciusornis.
Creyéndose que son las aves más antiguas que tuvieron un pico con queratina y que no poseían dientes, igual que las aves actuales. «Posiblemente era un animal omnívoro que podía volar, aunque no muy bien. Se ofrecerán más detalles sobre esta ave en otra investigación que se esta ahora revisando, indica Yanhong Pan, autora principal del estudio.
Los autores argumentan, que anteriormente a su hallazgo ya se habían documentado plumas y estructuras de la epidermis en varios grupos de dinosaurios, no avianos y aves basales, en especial fósiles encontrados en los yacimientos del noreste de China.
Bacterias o melanina
En las plumas encontraron unas pequeñas estructuras, o micro cuerpos de forma redonda o alargada.
De inicio se pensó, que se trataba de microbios, pues una de las hipótesis, es que la actividad microbiana, había actuado en la preservación de estos restos, que normalmente son muy frágiles y no suelen conservarse.
Este argumento, estaba basado y siendo respaldado con experimentos, y observaciones sobre cómo se descompone la queratina de las plumas de las aves actuales. En cambio, recientemente se descubrió que estas estructuras, son vestigios de melanosomas, es decir, orgánulos que contienen melanina (el pigmento).
En las plumas de las aves actuales, los melanosomas están rodeados de queratina.
A partir de esta interpretación, los científicos propusieron nuevas hipótesis sobre diversos aspectos de los dinosaurios, el color, comportamiento, hábitat o fisiología. Pero tanto el tamaño, como la forma de los melanosomas y de los microbios coincide, por lo que las dos hipótesis eran factibles.
Los paleontólogos chinos, (de la Academia de las Ciencias y de la Universidad de Liny) y estadounidenses, (de la Universidad del Estado de Carolina del Norte) que firman este trabajo, combinaron diversas técnicas de análisis molecular para intentar esclarecer si en las plumas fosilizadas había melanosomas.
Su análisis reveló la presencia de la proteína queratina beta, confirmando que esos micro cuerpos eran melanosomas y no bacterias.
La científica dice, que se han encontrado pigmentos de color más antiguos, que sus moléculas de queratina, afirma, que ellos han encontrado la queratina beta, más ancestral, siendo este investigación el primero, que ofrece pruebas de la presencia de queratina, y melanosomas, utilizando métodos de análisis químico, molecular y estructural, dice Pan.
Su trabajo ayudará a determinar, la composición molecular de los tejidos que aún se preservan en fósiles de fauna prehistórica, y profundizar en el conocimiento de ciertas características de las primeras aves y los dinosaurios, entre ellas, la forma en que evolucionaron las plumas o de qué color eran, un aspecto en el que se está avanzando en los últimos años gracias al hallazgo de fósiles con pigmentos y a las nuevas técnicas de análisis.
El Estudio fue apoyado por la Academia de Ciencias de China, la Fundación Nacional de Ciencias Naturales y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China. 11/2016
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