Canto y cacareo, que significan.
Ambos están muy relacionados con la madurez gonadal del ave, teniendo el canto del gallo un gran significado de dominancia.
El cacareo corresponde a una situación de normalidad sanitaria.
El gallo y la gallina cacarean, pero cuando el gallo emite un sonido más llamativo y diferenciado (el quiquiriquí), se dice que canta.
Por otra parte, la importancia de saber cuándo está clueca una gallina, se refleja en darle un nombre distinto a su cacarear: cloquear (el cloqueo, de cloc, cloc). Piar, pipiar y piolar son los verbos que se refieren a los sonidos emitidos por los pollos y, en general, por las crías de muchas aves.
El canto del gallo o el cacareo propio de las hembras son otros puntos diferenciales.
En la icono grafía cristiana el gallo cantando representa la resurrección de Cristo y es uno de los elementos que acompañan a las representaciones de San Pedro.
El papa Nicolás I ordeno la colocación de la figura de un gallo en la parte más alta de los templos para simbolizar las tres negaciones que San Pedro hizo de Jesús tras la última Cena.
Como en la parte más alta de los campanarios ya existían las veletas para señalar la dirección del viento, hubo que situar al gallo en la parte superior de éstas.
Una de las estampas más típica de una granja de cuento o en las películas es la de un gallo subido en una valla de madera con el cuello alzado y el pecho inflado emitiendo un intenso ‘Kikiriki’ mientras amanece. Es el despertador natural del granjero.
La transmisión del sonido mejora con temperaturas bajas y grados de humedad altos, así que algunos investigadores creen que esa es la razón del espléndido espectáculo de la mañana. La intención es que las ondas lleguen lo más lejos posible.
Efectivamente, los gallos como casi todos los machos de aves lanzan su característico canto con la llegada del día, pero no pretenden despertar a ningún ser humano sino atraer a las hembras y espantar a otros machos.
Los gallos son aves territoriales que muestran su poderío mediante el pavoneo, la coloración e hinchazón de su cresta y los desafiantes cantos. Así, nada más despertarse con los primeros rayos del Sol, siente la necesidad de demostrar su condición de macho dominante a todo el gallinero.
Si no hay respuesta a su canto, todo continuará con normalidad, pero si otro gallo del mismo gallinero contesta al desafío demostrando su aspiración al puesto de gallo dominante, sobreviene la pelea, primero en un duelo de cantos y después físicamente.
Los machos de las aves, con la potencia de su canto están indicando su calidad, a las hembras les dicen “ ven y aparéate conmigo ”, mientras que a los otros machos les comunican “ mira qué fuerte estoy, si te acercas tendrás que pelear conmigo ”, explica con humor Manuel Soler, catedrático en biología animal de la Universidad de Granada.
Estas actitudes que llevará a cabo siempre que vea dentro de su territorio acosada a alguna de sus hembras ó a otro macho rival.
En un gallinero, espacio por lo general de reducidas dimensiones, cualquier gallo nada más despertar se ve en la obligación de demostrar a todo el corral que sigue siendo el macho dominante, y si el silencio no contesta al desafiante cántico, vendrá una pelea, fonética en primer lugar y física a continuación, con los gallos aspirantes al puesto de honor.
Por tal motivo, no es frecuente encontrar varios machos en un mismo gallinero pues rivalizarían y se pelearían entre ellos. A no ser que haya suficientes gallinas para repartir y los animales se sientan satisfechos con su dominios.
Los machos no cantan solo al amanecer. Lo hacen de manera esporádica en distintos momentos del día.
En general, las aves tienen dos picos de actividad distribuidos en las 24 horas. Uno es al amanecer, necesitan comer tras una larga noche sin hacerlo y otro al atardecer.
Es entonces cuando cantan con más intensidad. En las horas centrales del día la actividad disminuye (sobre todo en los días calurosos) y los cantos se interrumpen.
Las aves salvajes y gallos silvestres suelen cantar en el perímetro de su territorio y, en el caso de las especies monógamas, en los lugares que les parecen adecuados para hacer el nido.
Los gallos que viven en los gallineros cantan por los mismos motivos, pero la frecuencia e intensidad de su canto dependerá del número de gallinas que haya en el gallinero y del número de gallos que haya en las proximidades, ya sea en el suyo o en los gallineros vecinos.
Preciosas imágenes del canto del gallo.
Son fotos impresionantes, que las disfrutéis.
Audios del gallo domestico
Tenéis más audios de los Ancestros del Gallus Gallus dometicus.
Os pueden interesar estos otros apartados
Quieres compartir, o comentar en tus redes sociales.
Escanéame