Gallos Castellanos negros grupo 2018

Gallos Castellanos negros grupo 2018

¿Que es la selección en avicultura?

La Selección en Avicultura, como la podemos definir. Selección es escoger lo mejor entre todo lo bueno. Naturalmente todo avicultor que dirija o explote una granja, tiene que hacer selección, y llegar a la conclusión de que todas o por lo menos la mayor parte de las aves son hijas de las reproductoras que previamente han sido seleccionadas y fijando en sus descendientes los caracteres externos e internos que se han estimado como dignos de conservación y perpetuación, y eliminando aquellos otros que constituían taras, bien en el aspecto fisiológico, patológico, et,.

Por ello podemos decir que la mayoría de las aves que constituyen el efectivo de una explotación avícola, son buenas; todas ellas reúnen un mínimo de factores genéticos que tratamos de conservar. Pero es que entre todas ellas las hay que sobresalen por sus características.

Y seleccionar es precisamente escoger estas aves sobresalientes, para luego con ellas formar los lotes de reproductoras y aplicando los distintos procedimientos que conocemos con respecto a la consanguinidad, perpetuar esas características notables que sabemos también que son hereditarias.

Selección, aunque no lo parezca es palabra castellana que ha pasado por el alambique inglés. Se trata de una variante de elección, de la que sin duda procede y con la que se ha confundido, sustituyendo una por otra, efecto sin duda de que cualquiera de las dos, la idea que se pretendía expresar era la misma.

A la selección antecede la elección para escoger algo entre sus semejantes y a ella sigue la verdadera selección para separar las elegidas de las demás dándoles el carácter de preferidas. Lo que de la selección practicada de esta forma resulta lo selecto, calificativo que vale tanto como exquisito, superior, soberbio, excelente, magnificó, et., aislado de sus compañeras por rasgos que la hacen digno de aceptar cualquiera de estas calificaciones.

Y diréis y todo esto para qué, sencillo, para el mejoramiento constante de los reproductores. Lo mejor engendra lo mejor y la reproducción constante de los mejores conduce al éxito en el perfeccionamiento de las características de nuestras gallinas, tanto fisiológicas como morfológicas del patrón de la raza.

Cuando un avicultor, aficionado o cualquiera que pretenda serlo, se encarga de un grupo de gallinas o varios en sus gallineros o galpones, lo primero que debe de hacer es examinarlas para separar las que considere útiles y desechar las que presenten cualquier defecto, a esto le llamamos “entresaca” del verbo entresacar (sacar una cosa de entre otras), y en qué debemos fijarnos para intentar hacerlo bien, os pongo unos ejemplos.

  • La salud de nuestra aves, a la mínima sospecha de enfermedad desechar.

  • Gallinas con biotipo (perfección de sus caracteres, especie, variedad o raza) que lo tengan perfectamente definido, escogeremos por coloración, tamaño, forma de la cresta, patas emplumadas o desnudas, et. Siempre de acuerdo al patrón de la raza o variedad.

Para llevar a efecto la práctica de la consanguinidad, nos valemos de las experiencias preconizadas por el norteamericano Feleh o por las de Anderson. Y llegamos a la obtención de estirpes de altas ponedoras, que tienen los factores genéticos dominantes que se transmiten por herencia.

Esta selección puede ser de dos clases: Una la Fenotípica, es decir, con arreglo al aspecto externo de las aves, procurando reúna la totalidad de las características externas propias de la raza objeto de explotación y que previamente han sido puestas de manifiesto en el tipo de patrón o estándar de la raza.

Tales como el color del pico, orejillas, tarsos; la forma de la cabeza, dorso, cola et,. Factores externos estos que determinan a simple vista el grado de pureza de un ave. La belleza del individuo, es una palabra dentro de la raza.

Esta clase de selección esta al alcance de cualquier avicultor que sea aficionado; pero hay otra clase de selección, mucho más interesante, que es la llamada Generó típica, que es el conjunto de factores hereditarios presentes en un individuo y que los contenga con carácter dominante.

Un ave puede ser Fenotípicamente buena, pero no Genotípicamente, es decir que puede ser perfecto a su belleza, pero dotado de caracteres hereditarios perjudiciales a nuestros fines. Llegar a la obtención de un tipo de individuo que sea considerado Feno y Genotípicamente, siendo sobresaliente, es el objetivo primordial de la selección.

Os preguntareis, para conseguirlo hace falta tener conocimientos de genética, así es, sin los cuales no sabremos interpretar los resultados y aplicar los medios que tenemos a nuestro alcance para la clasificación de las gallinas ponedoras por su fecundidad.

A mi manera de ver, son dos los procedimientos que podemos utilizar. El de Oscar Smart, basado en los experimentos efectuados en la Estación experimental norteamericana del Estado de Maine por el Dr. Raymond Pearl, descubridor de los factores genéticos y el debido al genetista inglés Hunts.

Cual es mejor de los dos sistemas, siendo los dos muy similares pero con unas diferencias, ya que ambos se lo merecen como iniciadores de este tipo de gallina, que Hurts la llamaba ideal.

Pero pienso que es más completo, por determinar más exactamente las particularidades de fecundación de una gallinas, el método inglés. Ambos procedimientos llegan al mismo fin; pero el americano sitúa a la gallina clasificada como buena, mediana o mala, con las letras L2 – L1 y L0 el ingles ademas de ello, determina el grado de cada uno de los siete pasos genéticos que determinan el valor fenotípico, o dicho de otra forma, el rendimiento de una gallina ponedora.

Thomas Hunt Morgan

Está claro que, no es lo mismo para un buen avicultor, saber que una ponedora es L2 aunque ello indique que es una buena ponedora que ha tenido una madurez sexual buena, puesta invernal y anual buena, y que el promedio del huevo es aceptable según el estándar o patrón de la raza.

Todo ello son factores genéticos dominantes y transmisibles por herencia.

Pero si esa misma gallina la hemos seleccionado por el procedimiento inglés, sabremos qué grado tiene cada uno de esos siete pases de factores genéticos que determina Thomas Hunt Morgan.

Veremos claramente mediante un estudio detenido de las fichas individuales de cada ave que hagamos, que dentro de las buenas habrá otras que son mejores, según su grado y porcentaje y no cabe duda que aquéllas que reúnan el máximo de factores dominantes y mínimo de recesivas serán las indicadas como indiscutibles reproductoras.

Ahora bien: ¿Basta sólo con reunir un lote de buenas reproductoras para conseguir una buena y numerosa descendencia, dotadas todas ellas de los factores genéticos que adquirieron por herencia? Desde luego que no.

Fijar los buenos caracteres de nuestras aves:

Esto solo se puede conseguir con estrecha reproducción, acompañada de inteligente selección. Por estrecha reproducción entendemos la consanguínea.

La base o punto de partida será la emparejada formada por el hijo con su madre, cuando estamos seguros de que ella es una buena ponedora, esta se apareará con un gallo del mismo linaje siempre procurando elegirlo entre los que tengan ascendientes de mejores condiciones, fuerte, con porte, obtendremos de esta manera descendencia con tres cuartos de sangre materna, que es la que al fin nos interesa conservar y propagar.

Esta práctica es antigua aquí en España, cosa de los galleros, es decir de los grandes criadores de Combatiente Español, que saben y utilizan muchas cosas que los aficionados finísimos ignoran, y como necesitamos aprenderlo lo hacemos muy satisfechos y muy extrañados cuando nos llega, como un descubrimiento inglés o americano.

El gallo juega un papel importantísimo, mucho más importante de lo que muchos avicultores se creen. La clasificación Genotípicamente del gallo, es un asunto muy importante;  tanto que de él depende que las pollitas salgan con los mismos caracteres de fecundidad que las madres.

El gallo heredó estos mismos factores de sus progenitores, y aunque naturalmente no se les pone de manifiesto como a las gallinas, sí se les comprueba si son o no portadoras de ellos, mediante el examen de sus descendientes.

No es suficiente saber que Fenotípicamente es bueno, ni de que sus padres, abuelos, et., hayan sido también buenos y considerado por lo tanto como L2 consultar Apareamientos gallos y gallinas Oscar Smart, es preciso comprobarlo, para ver si, en efecto, es portador de los factores genéticos de Hurts y esta comprobación no es mas que la clasificación de sus hijas al cumplir el primer año de postura.

Una vez comprobado y resultando que la totalidad o al menos, la mayor parte del conjunto de sus hijas responden a las características Feno y Genotípicamente deseables, entonces es cuando ya contamos con un gallo reproductor, cuyo valor genético y económico es enorme.

Efectivamente, que para llegar a este extremo, tiene que transcurrir un tiempo determinado, pero tenemos la ventaja de que en la avicultura es relativamente corto, equivalente a dos años y medio, repartido de la manera siguiente:

  • 1 año de edad del pollo, para que actué como reproductor.

  • 6 meses que tardaran las hijas en dar el primer huevo.

  • 1 año a partir de la postura del primer huevo para su clasificación.

  • Total 2 años y medio.

Claro nos podemos plantear esta pregunta, ¿transcurrido este tiempo es que ya es viejo el gallo para seguir con su función reproductora?.

Desde luego que no. Bien alimentado, cuidado, et., puede seguir 2 – 3 años más dando una descendencia inmejorable, tanto de las hembras como los machos, y conseguido ello, ya tenemos la base de la crianza de pedigree de nuestras líneas.

Pero aún hay más; es que en estos años se le puede sacar un rendimiento máximo, si recurrimos al procedimiento, hoy en día de moda, que es la fecundación artificial. Supongamos el número de aves que se puede inseminar con esperma de un gallo seleccionado, teniendo en cuenta que ocurre como el coito natural, es decir que cada eyaculación fecunda huevos durante 15 días.

Además es sabido por todos los avicultores y aficionados, que el porcentaje tan elevado que hay de huevos claros o infértiles, en el transcurso de los primeros meses de incubación, (noviembre, diciembre, enero) es debido a la frialdad del gallo para realizar la copula, provocado por la falta de estimulo funcional y fallo de irrigación sanguínea en los órganos testiculares.

¿Saber apreciar la buena procedencia de un ave determinada?

Por su genealogía (conjunto de los antepasados de una persona o un animal). Los antepasados de un animal constituyen la clave de su éxito probable como individuo y como reproductor; debemos juzgar primero en conjunto en su totalidad, porque existe una gran diferencia entre que sean de pura raza, de solo un grado elevado de selección, cruzados, medio sangre o sencillamente vulgares.

Ahora bien; dentro de la genealogía el valor de un ejemplar depende del grado de parentesco. Un padre o una madre notables merecen una consideración muy importante, un bisabuelo no supone tanto por sí mismo y sus antepasados mas remotos difícilmente necesitarán ser tomados como individuos.

Después de la selección se impone la reproducción en línea, que puede definirse como el proceso reproductivo utilizando los miembros que forman una familia. Ningún otro sistema de reproducción ha proporcionado nunca resultados tan magníficos. El único requisito que existe para no fallar en las esperanzas que en él se fundan, es no abandonar la selección individual.

Que sacamos en consecuencia, sencillo, hay una palabra clave que es ¡ Selección, selección, selección ! Es lo que debemos hacer nosotros en nuestros gallineros o galpones, para conseguir, no sin esfuerzo y tiempo, tener unos excelentes reproductores, y por fin tener esas líneas tan deseadas de aves.

Walter Sutton

Theodor Boveri

En 1902 y 1903, Sutton y Boveri publicaron trabajos independientes que propusieron lo que ahora llamamos la teoría cromosómica de la herencia. Esta teoría dice que los genes individuales se encuentran en lugares específicos en cromosomas particulares y que el comportamiento de los cromosomas durante la meiosis puede explicar por qué los genes se heredan de acuerdo a las leyes de Mendel.

Los cromosomas, como los genes de Mendel, vienen en pares equivalentes (homólogos) en un organismo. Para los genes y los cromosomas, un miembro del par viene de la madre y el otro viene del padre.

Los miembros de un par homólogo se separan en la meiosis, así que de esta manera cada espermatozoide u óvulo recibe solo un miembro. Este proceso refleja la segregación de los alelos en gametos en la ley de la segregación de Mendel.

Los miembros de diferentes pares de cromosomas se reparten en gametos de manera independiente en la meiosis, justo como los alelos de diferentes genes en la ley de distribución independiente de Mendel.

La teoría cromosómica de la herencia fue propuesta antes de que hubiera cualquier evidencia directa de que los rasgos se portaban en los cromosomas, y al principio fue controversia. Al final, se confirmó por medio del trabajo del genetista Thomas Hunt Morgan y sus estudiantes, que estudiaron la genética de las moscas de la fruta, proporcionó la primera confirmación de la teoría del cromosoma.

Morgan descubrió una mutación que afectaba el color de los ojos de la mosca. Observó que la mutación fue heredada de forma diferente por las moscas macho y hembra.

Bibliografía

IV Asamblea Nacional de Avicultores, Cunicultores y Apicultores y Exposición (Noviembre 1948)

Avicultura, 1904. S. Castelló. Adm. y Red. de «La Avicultura Práctica», Barcelona.

Revista de Menorca. Agosto 1922. «Las Minorcas, cómo regeneradoras de nuestras Castellanas, Andaluzas o Menorquinas. S. Castelló. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. (Tomado de Mundo Avicola, mayo 1922).

Mundo avícola Mayo 1902

S. Castelló. Real Escuela de Avicultura, Arenys de Mar.

Avicultura, 1931. (Vol. 1). B. Dürigen. Edit. Gustavo Gili, Barcelona.

Gallina y Gallineros, 1933. (Vol. 1). Ramón J. Crespo. Edit. Espasa Calpe.

Mundo avícola,  Noviembre de 1902.

Real Escuela de Avicultura, Arenys de Mar.

Temas avícolas. nº 56. «La Raza Castellana Negra». Real Escuela de Avicultura, Arenys de Mar

España Avicola revista, hace un siglo, José Antonio Mendizabal

Avicultura Industrial, 1943. J. Rubio y M. Villanueva. Ediciones Menfis, S.L., Barcelona.

Libro Español de patrones avícolas, 1953. C.E.A.S. Ediciones GEA, Barcelona.

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